Todos los días muchos cachorros son destinados a morir simplemente por no tener un hogar. Es recomendable informarse sobre las formas de evitar preñeces no deseadas.
La pubertad comienza en los perros entre los 7 y 12 meses; y en los gatos entre los 4 y 10 meses, dependiendo de factores nutricionales, raciales e individuales.
El celo de las perras es de aproximadamente 20 días, al inicio hay edematización de la vulva, secreción vaginal sanguinolenta, la hembra atrae a los machos, pero no los acepta. A partir del 9º día, como promedio, se produce mayor edema, disminuyen las secreciones y acepta al macho.
El intervalo entre los celos es variable, según la raza y el animal. Se presentan entre 1 a 3 ciclos anuales, con la edad tienden a disminuir.
El celo de la gata es completamente distinto. Presentaban estaciones reproductivas que abarcaban otoño, primavera y verano, pero debido a la estrecha convivencia con el hombre la gata se mantiene a temperatura y luz constante, ciclando todo el año.
La ovulación es inducida. Esto significa que el estímulo necesario para que se produzca la ovulación es la cópula. La duración de los ciclos es de 10 días como promedio. En caso de que se presenten sin encontrarse con algún macho (sin ovulación) se volverán a repetir los ciclos cada 14 a 28 días.
Es recomendable informarse sobre las formas de evitar preñeces no deseadas.
Las gatas tienden a cambiar de conducta, se frotan contra cualquier objeto, emiten maullidos frecuentes llamando al macho, orinan con frecuencia. Estas manifestaciones a veces no son tan claras pudiendo pasar desapercibido un celo con posterior preñez, y el dueño no saber en qué momento se escapó la gata.
La pseudopreñez o falso embarazo se produce tanto en perras como en gatas. Se caracteriza por el agrandamiento de las mamas con producción de leche y cambios en el comportamiento como si estuvieran próximas a parir o recién paridas. Estos cambios a veces no son percibidos por los dueños, y otras veces son tan notables que alarman. Presentan pérdida del apetito, decaimiento, tratan de construir nidos, se aferran a muñecos amparándolos como si fueran sus cachorros. Tanto el ordeñarlas, como dejarles los juguetes está totalmente contraindicado, ya que debemos disminuir los estímulos.
La pseudopreñez o falso embarazo se produce tanto en perras como en gatas.
Las variaciones hormonales, con pseudopreñeces a repetición, predisponen a alteraciones a nivel del útero, aumento de las secreciones con producción de infecciones importantes (piómetra); también producen mastitis repetidas por retención de leche, predisponiendo a daños más importantes como displasias o tumores mamarios generalmente malignos.
Los cambios de conducta no son tan notables en las gatas, pero el riesgo de enfermedades uterinas y mamarias son similares.
Hay varias formas para intentar evitar preñeces no deseadas:
El aislamiento no siempre es posible, se complica terriblemente cuando conviven animales de distinto sexo (a veces padres o hermanos). Los machos marcan territorio orinando frecuentemente, aúllan, intentan derribar puertas, etc. En el caso de los gatos machos, rocían el lugar orinando en spray, se escapan buscando hembras, volviendo lastimados por peleas territoriales y, casi siempre contrayendo virosis felinas, algunas de las cuales son mortales.
Tratamiento hormonal: dados por anticonceptivos orales e inyectables. Se tiene que conocer el momento en que se deben administrar, tener constancia, no siempre son efectivos y no son inocuos. La administración de estas drogas predisponen a metritis y piómetras (Inflamaciones e infecciones, a veces mortales). En el caso de un servicio no deseado se pueden administrar para interrumpir la preñez, pero dentro de los 5 días de efectuado el servicio, siempre con los mismos riesgos. En las gatas es muy peligroso, debido a que por las características de sus ciclos (largos y a repetición) la cantidad de hormonas a suministrar es muy alta. Lo desaconsejamos completamente.
Quirúrgico: es el método que a través de los años de experiencia aconsejamos. No sólo se evitan preñeces no deseadas y todos los inconvenientes en torno al celo, sino que aumentamos la sobrevida de los animales, evitando la posibilidad de infecciones uterinas y tumores malignos (principalmente adenocarcinoma mamario).
El problema de obesidad asociado a la castración, es controlable con alimentación apropiada y ejercicio.
Una opinión popular es que las hembras deben tener por lo menos una cría. Esto no solo es inexacto, sino que es conveniente operar antes del primer celo y, por supuesto sin que tenga un parto. En gatos y perros se puede realizar la operación a partir del 4to. mes de edad.
El problema de obesidad asociado a la castración, es controlable con alimentación apropiada y ejercicio.
Las complicaciones en torno a la cirugía son raras debido a las numerosas precauciones que tomamos en cuanto a la anestesia y cirugía. Utilizamos material esterilizado descartable (suturas, guantes, paños de campo, jeringas, etc.) e instrumental quirúrgico apropiado, esterilizado en estufas especiales y autoclave.
Cada uno de nuestros pacientes es examinado clínicamente para evaluar el tipo de anestesia más apropiada para su edad, peso y estado físico. En caso de considerarse necesario se realizarán exámenes de laboratorio pre-quirúrgicos y electrocardiograma.
Los cuidados post-operatorios son muy pocos. Una vez finalizada la cirugía se le aplica la medicación necesaria. En el caso de los caninos los puntos son sacados a los 10 días de la cirugía. En los felinos no es necesario al ser, el material de sutura utilizado, absorbible.
Ante cualquier duda sobre éste u otros temas consúltenos.