La piel es el reflejo de la salud, muchos animales vigorosos y normales tienen pelajes desgreñados principalmente por descuido. Son factores de riesgo que favorecen parásitos externos y problemas de piel.
Antes de adquirir un animal de determinada raza, se deben conocer los cuidados necesarios.
Está comprobado que genéticamente el buen pelaje se trasmite de padres a hijos. Pero aunque un perro esté en condiciones de tener una piel y pelo excelentes, se requieren muchos cuidados y una dieta equilibrada, principalmente para los de abundante y largo pelaje.
La cantidad de cuidados varían según la raza, pero éstos consisten en cepillado diario, peinado y remoción de pelo muerto o lanillas sueltas; sin mencionar el baño.
Las diferentes razas tienen distintos tipos de pelaje por lo que es difícil generalizar sobre los detalles de acicalamiento. Cuando se encuentra un programa suficiente para mantener al animal con un aspecto cuidado se lo deberá seguir estrictamente. Es mucho mejor emplear unos minutos diarios de cuidado que pretender que en unas horas se realice todo el trabajo que no se hizo en meses.
Los implementos necesarios para la mayoría de las razas comprenden: peine, cepillos, cortauñas, lima, toalla, algodón, shampoo, solución para limpieza de orejas y líquidos pulguicidas.
Hay que acostumbrar desde los primeros meses de vida a los cachorritos para que colaboren y disfruten del cepillado y baño.
Antes de adquirir un animal de determinada raza, se deben conocer los cuidados necesarios.
Las peladoras eléctricas y las tijeras deben ser manejadas por personas entrenadas.
Todos los perros de manto medio y largo deben ser completamente peinados antes del baño. Luego del baño y mientras estén húmedos se repetirá el peinado.
Necesitan: rastrillo, cepillo de cerda, cepillo de alambre, peine común y fino.
El pelo muerto se elimina con rastrillo. El manto se peina y cepilla hacia adelante sobre la parte superior y laterales, y hacia atrás en los flancos. El peine fino es necesario para el pelo debajo del mentón, cola y detrás de las orejas.
Necesitan: cepillos de alambre y cerda, peines de acero medio y fino. Requieren un cepillado frecuente, baños a intervalos periódicos para evitar la irritación de la piel y que se enrede el pelo. Para cepillar estos mantos el pelo se eleva con la mano y se peina y cepilla, para liberar gradualmente todos los enredos hasta la piel.
Los Spaniels desarrollan 2 a 3 mantos por año y deben ser pelados cada 3 meses.
Necesitan: cepillo de cerda, peine de acero fino, medio y grueso. Deben ser pelados cada 6 semanas. Los cachorros se comienzan a acicalar desde las 8 semanas de edad. En un comienzo sólo se rasuran cara, pies y cola.
Los pelos muertos y sueltos son principalmente pelos secundarios que quedan atrapados en el pelaje. El abandono ocasiona apelmazamiento. Antes del baño se realiza un cepillado completo para eliminar pelos muertos.
El cuidado de este grupo comprende el peinado y cepillado (con alambre) o cardado diario.
Necesitan: Guante o cepillo de goma para perros. El manto se puede frotar hasta conseguir un pelo brillante y liso con el uso de guantes y toallas. De esta forma también se eliminan pelos muertos.
Necesitan: cepillo alisador, peine fino y medio, guantes para perros. La rutina en los cachorros de estas razas debe comenzar a los 4 meses de edad mediante el recorte de la cabeza, orejas y cola.
La peladora NUNCA debería ser utilizada sobre el cuerpo del animal porque ablanda el manto al eliminar los pelos protectores gruesos. Se debe realizar Triming cada 4 meses.
Necesitan: Shampoo suave diluido con agua 10/1, rociador y secador. Nunca deben ser pelados o peinados.
Que un perro tenga una piel y pelo excelentes, requiere muchos cuidados y una dieta equilibrada, principalmente para los de abundante y largo pelaje.
El shampoo se exprime dentro del manto y se enjuaga con grandes volúmenes de agua tibia a presión dentro del manto. Se exprime el agua con la mano y se deja secar. Los perros con mantos acordonados deben ser manipulados por estilistas profesionales.
Debemos tener en cuenta que independientemente de la raza, un manto sucio, seborreico, con mal olor, es muy desagradable al tacto y es un medio favorable para el desarrollo de hongos y bacterias.
Usando un shampoo adecuado, dedicando unos minutos a desenredar, removiendo el pelo muerto, logramos una mejor reacción de la piel y el manto, favoreciendo la convivencia y mejorando la relación con nuestros animales.