Las mascotas son muy sensibles a los cambios que se producen en el hogar cuando llega un segundo animalito al mismo, dado que se produce un desvío en la atención hacia el nuevo integrante de la casa. Es importante ayudar a la mascota más antigua de la casa a sentirse bien con los cambios que genera la llegada del nuevo integrante del hogar.
Los animales cuidan cada espacio del hogar y no les es fácil adaptarse a los cambios que se producen en la casa. Ante la llegada de un nuevo integrante se ven obligados a compartir un espacio que antes les era totalmente propio.
La mascota teme ser desplazada y puede llegar a sufrir ansiedad o stress. Este sentimiento puede manifestarse con diferentes reacciones: hacer sus necesidades dentro de la casa, ladrar, maullar excesivamente, distanciarse de sus dueños, romper objetos, dar arañazos en la puerta de la casa.
Pautas básicas para saber qué hacer para que la convivencia entre ambos animales sea buena.
Si se trae a una mascota adulta hay que tener muchas más precauciones que cuando ingresa en el hogar un cachorro.
Hay que estar muy atentos a que las dos mascotas adultas no se peleen.
Por otro lado, si se lleva un gato dónde ya vive un perro hay que tener mucho cuidado por las peleas que se pueden generar.
Hay que tener en cuenta si el perro ha demostrado conductas cazadoras hacia otros felinos.
Por el contrario si se lleva un perro al lugar donde habita un gato es preferible mantenerlos separados al menos por una semana.
Hay que dejar que se huelan pero a través de una puerta cerrada. Luego hay que retirar al can y abrir la puerta que anteriormente estaba cerrada. El gato prudentemente revisará el lugar. Hay que reiterar este procedimiento durante algunos días y luego acercarlos lentamente.
Posiblemente habrá que evitar que el cachorro corra hacia el gato, quien podría tomar esta acción como una agresión y un rápido arañazo complicaría las buenas relaciones que se desean establecer.
Habiendo un gato puede incorporarse otro, en lo posible tendría que ser joven o del otro sexo.
El primero puede recibirlo con gesticulaciones desagrado, e incluso con soplidos y maullidos de tono grave. Por lo general el gato más antiguo se aparta y observa al nuevo semiescondido o trepado desde algún lugar.
Poco tiempo tardará en acostumbrarse y compartir la comida, sobre todo con las hembras.
En todos los casos los animales acompañados por otros disfrutarán más de la vida, serán más activos que antes, y sufrirán menos angustia por estar solos. Muchos propietarios de un animal travieso que destroza las cosas y es hiperactivo verán cuánto mejora teniendo el mejor compañero de juegos que le podemos proporcionar.